Drones malvados.

Desde hace un tiempo una palabra se ha ido sumando a nuestro imaginario colectivo y nos ha creado grandes problemas con situaciones éticas sobre tu uso y empleo en sitios bélicos o de alto riesgo: los drones.

La palabra drone tiene una curiosa evolución en el lenguaje e imaginario colectivo de las personas. El término significa “zángano”, este tipo de significado se determina única y exclusivamente a todos los tipos de vehículos aéreos no tripulados.

En un inicio, se utilizaban para referirse al uso completamente militar y fue una idea bastante atractiva, pues así se salvan muchas vidas y el costo de entrenamiento era reducido, en la actualidad existen más pilotos de combate de escritorio que verdaderos pilotos de campo. Así que si sufres de las alturas, esto es para ti.

Ha sido tal el boom en los últimos años de estos aparatos que en México se acaba de lanzar el primer campus de adiestramiento de drones en América latina, en donde la capacitación consiste en enseñar a los usuarios a despegar, volar y pilotar el drone en modo GPS, por el momento.

El curso se realiza en ocho sesiones, de nueve horas cada uno, en donde se les enseña a los pupilos todo acerca de estos increíbles aparatos: uso, creación, pilotaje y demás. Cada curso incluye la posibilidad de volar el aparato en airea libre para probar la capacidad de retención de los alumnos.

Por el momento la certificación no tiene valor oficial por parte del gobierno mexicano pero si se buscan realizar actividades comerciales con los drones, para mejorar la producción y distribución.

Se han puesto a pensar en todas aquellas películas futuristas en donde las muertes de las personas parecían cosas de las nada, pero ahora parece que las cosas van teniendo una explicación detallada y posible.

Asi que posiblemente seamos los próximos pilotos de dones que el mundo necesita.

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