No, no es tu imaginación: cada vez hay más personas que se apoyan en la Inteligencia Artificial para trabajar y, aunque parece sacado de una película futurista, es algo a lo cual debemos empezar a acostumbrarnos.
Hace no mucho, la tendencia del vibe working ha empezado a sonar en el mundo laboral debido a Microsoft, quien acuñó el concepto en su ecosistema Copilot a favor de una propuesta puntual: lograr que la colaboración entre la IA y las personas sea fluida a la hora de ejecutar tareas cognitivas.
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De la idea a la realidad
Mientras el 2025 sigue corriendo, Microsoft se ha encargado de desarrollar un nuevo estilo de interacción con herramientas de IA integradas, sobre todo dentro de Microsoft 365; gracias a funciones como Agent Mode y Office Agent, hoy ya es posible elaborar documentos con análisis complejos a partir de instrucciones sencillas.
Es decir que, lo que antes exigía un dominio de la plataforma, ahora se reduce a un diálogo con una Inteligencia Artificial que, tras comprender todo lo que el usuario necesita, lo lleva a cabo sin mayor problema.

Entonces, ¿en qué consiste el vibe working?
A diferencia de los modelos anteriores en los que la IA actuaba como asistente ocasional, lo que el vibe working busca es que haya una incorporación total que no se limite únicamente a responder un par de preguntas, ni a corregir errores, sino a que se aproveche su potencial y se le use tanto para anticipar, como para que haga sugerencias, todo en tiempo real.
Veámoslo así: tú eres la persona que traza el rumbo y la Inteligencia Artificial es la responsable de darle forma, convirtiendo el proceso en una experiencia de co-creación en la cual se agiliza la producción y, sobre todo, se redefine lo que significa “trabajar” en un entorno digital.
¿Más eficiencia o más dependencia?
Aunque la propuesta despierta entusiasmo, también abre debates que tienen que ver con el grado de confianza que depositamos en la IA para tomar decisiones, porque sí, es verdad: nos ayuda a liberar tiempo, e igualmente, nos ahorra el esfuerzo en actividades repetitivas.
No obstante, conlleva riesgos que van desde una dependencia excesiva, hasta la pérdida de habilidades fundamentales, incluso la erosión del criterio propio, factores que llegan a oscurecer la idea atractiva de “trabajar con vibra” y la convierten en un cambio mental para el que no todas las personas u organizaciones están preparadas.
El tiempo hablará

Ya lo vimos, las reacciones son variadas: mientras algunos lo ven como una evolución lógica que va a aportar grandes beneficios a su jornada diaria, a otros les causa intriga, pues lo consideran una estrategia comercial que aún debe demostrar su impacto real en la productividad y la calidad del trabajo a largo plazo.
En cualquier caso, la aparición del vibe working es una señal evidente de la capacidad de la tecnología y de cómo esta se ha instalado en nuestras vidas, al parecer, de forma permanente. ¿Qué opinas tú? ¿Te emociona pensar en un futuro en el que la IA sea una de tus aliadas principales en tu horario laboral?




